#102

Claudia Venturelli

La mitad del siglo XVIII fue marcada entre otras cuestiones por el movimiento de reforma de las instituciones médicas y carcelarias, entre otras. Por lo tanto en cuanto a formas de vigilancia y control no podemos pasar por alto el panóptico de Bentham, utopía de fines del XVIII ni tampoco la producción conceptual de Thomas Matiesen, el sinóptico, a fines del SG XX.
A través de estas 1000 palabras iremos tratando de pautar las bases de nuestra producción conceptual que hemos dado en llamar prosoptismo.
En épocas de Bentham, según el mismo, su invención, el procedimiento óptico que se constituye por medio del panóptico era una tecnología para resolver la vigilancia y ejercer el poder bien y fácilmente. Lo logra a través de una arquitectura donde la iluminación y la organización espacial materiales son la base fundamental del dispositivo puestos en relación con la mirada. Luego vendrá el desarrollo teórico que hace Michel Foucault al respecto, quien nos dice, por ejemplo, que hay que mirar la arquitectura como modo de organización política y que a fines del XVIII ante nuevos problemas se sirve de la organización del espacio para fines económico políticos y por lo tanto surge una arquitectura especifica. Se pasa, por ejemplo, de la casa como espacio indiferenciado, a la especificidad de cada espacio de la misma en base a una función. El anclaje espacial, entonces, como una forma de economía política.
Hoy creemos estar en un nuevo proceso de implementación de tecnologías de poder, que se mezclan con la información y el saber a partir de la construcción de la arquitectura de la información que permite entre otras cosas el desarrollo de la world wide web y el 2.0.
Bentham dice que en su panóptico cada camarada es un vigilante, en su idea técnica obsesiva del ejercicio de un poder omnicontemplativo. Como para Foucault Bentham es el complemento de Rousseau, nos dice que éste hubiera dicho que cada vigilante es un camarada.
Nosotros como segunda clave de nuestro desarrollo decimos que hoy camaradas y vigilantes somos una y la misma cosa.
Foucault dice que para la Revolución Francesa la nueva justicia sería la opinión. En los textos de la misma se planteaba que las personas no actuarían mal en la medida en que se sintieran sumergidas en un campo de visibilidad total, en el cual la opinión de los otros, la mirada de los otros, el discurso de los otros, les impedirían actuar mal o hacer lo que es nocivo.
El informe final de las Cumbres Mundiales de la Sociedad de la información dice que la humanidad, a partir de la implementación de TIC, estará incluida. ¿De qué manera? ¿Cómo podría suceder? ¿A qué llaman inclusión? Y en definitiva ¿qué es información?
Otra de las claves para entender nuestro concepto y su forma a la que llamamos prosóptico, es pensar que lo que llaman información es a la que producimos nosotros de manera voluntaria a partir de nuestro manejo de TIC y de nuestra inmersión en el universo 2.0 y la world wide web. En este sentido hay una arquitectura oculta, diseñada por los arquitectos de la información, que define una espacialidad oculta, que construye una red de poder y saber. Nueva distribución del poder llamada control pero que, para nosotros, funciona de manera rizomática, donde la organización de cada elemento no sigue líneas de subordinación jerárquica, sino que cualquier elemento puede afectar o incidir en cualquier otro; a lo que agregamos en el momento en que así se necesite.
Hay una complejidad en este tipo de arquitectura, que es la que hace que cada uno de nosotros se autodelate, sea delator, y a su vez pueda ser delatado, transformando la horizontalidad en jerarquía, la llanura en pirámide. Distintas posiciones de sujeto, flexibilidad. Lo que desde la caída del Antiguo Régimen se ha venido desarrollando, evitar obstáculos e interrupciones ha llegado a su máxima expresión con la masificación de internet y el uso del world wide web y el 2.0, que permite y asegura la irrigación de toda la sociedad de los efectos de poder, pudiendo esta vez sí, casi llegar a todos los resquicios.
Una máquina en la que todos estamos a la vez aprisionados pero libres y a la vez libres y aprisionados tanto los que ejercen el poder como aquellos sobre los que es ejercido. Esta intercambiabilidad que permite la sociedad actual, creemos poder entenderla, a diferencia de la modernidad que lo hacía de manera circular. Hoy las máquinas de poder posibilitaban también circuitos de beneficios que refuerzan y modifican los dispositivos de poder pero cual cinta de moebius.
Sumergidos en internet nos sometemos a que ejerzan el poder sobre nosotros. Internet como una cárcel de la libertad.
Cada click es como ese haz de luz que penetraba en la celda del panóptico y hacía visible, en ese juego de luces y sombras, a la mirada del vigilador la figura del preso. Es un acto de delación. Nos dicen que somos prosumidores, es decir hacemos un uso de manera inteligente de lo que consumimos, tal vez sea una manera casi inconsciente de brindar información, nuestra, de otros, de otros - otros a los que ni conocemos. Una máquina infernal de construcción de redes de delación y vigilancia, de control y producción de información por medio de interfaces amigables, colectivas, luminosas, brillantes, que ocultan toda la arquitectura que las hace posibles.
Hoy empiezan a surgir mecanismos de la sociedad disciplinaria para regular la libertad en internet y seguir domesticando las almas que creen y practican el trabajo colaborativo en red. Hay una materialidad donde finalmente se solidifica la liquidez de esta época y quienes son considerados, los revolucionarios de la web, los desviados de la época, terminan presos en las cárceles de la sociedad disciplinaria.
Finalmente y tomando la contradictoria y a la vez compleja definición de "época de la liquidez", lograrán que la mirada oculta tras la arquitectura de internet, tome peso sobre cada uno de nosotros, se materialice y terminemos interiorizándola, hasta el punto de regularnos a nosotros mismos y ejercer esa vigilancia sobre y contra nosotros mismos. Es una pregunta que nos acompaña en nuestra reflexión cotidiana. Y, entonces, cuál es la libertad que nos brindaría internet?

Palabras clave: control, delación, prosoptismo, vigilancia.